Mientras que las amas de casa pelaban papa, plátano y yuca, los hombres atizaban los fogones y los niños disfrutaban del espectáculo canino de la Policía de Carabineros en las arcillosas calles.
La actividad fue organizada por la Policía Antinarcóticos y pretende brindarle un día de diversión, risas y esparcimiento, a las comunidades más afectadas por la violencia.
Ser un asentamiento de población desplazada y víctima del conflicto, y tener gran cantidad de población infantil, hizo que el grupo de prevención de la regional 5 de antinarcóticos lo escogiera.
Los menores y adultos no solo disfrutaron del almuerzo comunal sino también de bailoterapia a cargo del Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte (Imrd), pintucaritas, show de payasos, corte de pelo gratis, y valoración odontológica.
La actividad contó con el apoyo y la coordinación de la Fundación Cebanastos, y la empresa privada y pública.
Parte del mercado recolectado en Cenabastos se repartió a las familias más pobres.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se unió a la actividad con una charla sobre violencia intrafamiliar.
Nelson Ovalles, presidente de la junta de acción comunal, resaltó la participación de la comunidad y la gran cantidad de niños que estuvieron de los actividades recreativas.
“Con estas actividades mostramos la cara amable de esta comunidad, que aunque vive en la ilegalidad es gente buena y trabajadora con muchas necesidades bajo su techo”, señaló el presidente.
El patrullero Arley Molina, de Antinarcóticos, dijo que este tipo de actividades se realizan por lo menos dos veces al año en los barrios más pobres.
El año pasado la jornada fue en la cancha de La Paz, en Cerro Norte. A mediados de noviembre se llevará a cabo el almuerzo comunitario en el asentamiento La Fortaleza sobre el Anillo Vial Occidental.
